miércoles, 14 de mayo de 2008

Obras



Hombre intuitivo

Dos modos de "estar" en el mundo: el hombre intuitivo y el hombre racional.
El concepto, la razón, permiten preveer (establecer regularidades) que ha sido una gran ventaja evolutiva para el ser humano pero EL ERROR está en convertirlos en la verdad (puede estar bien el uso moderado pero no el abuso o la hipóstasis).
El miedo a la vida nos puede provocar el querer refugiarnos en ellos pero a costa de renunciar a ella (la vida).
OPOSICIÓN ENTRE EL HOMBRE INTUITIVO Y EL HOMBRE RACIONAL
HOMBRE INTUITIVO
HOMBRE RACIONAL
Se preocupa de vivir
Se preocupa de sobrevivir (existir)
Aun a costa de su propia supervivencia (existencia)
Aun a costa de no "vivir" la vida, de renunciar a ella.

Allí donde el hombre intuitivo (valiéndose de la intuición y gracias al arte puede llegar a comprender la vida mejor que el científico) predomina consigue configurar una cultura y establecer un dominio del arte sobre la vida.
Allí donde el hombre conceptual (guiado por los conceptos y las abstracciones no puede conocer las cosas como son) predomina, con sus instrumentos sólo consigue conjurar la desgracia.
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MUERTE DE DIOS

Fin de toda creencia en entidades absolutas.
Una primera y elemental aclaración es que cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya existido y después haya muerto (un absurdo). Nietzsche nunca creyó en la existencia de Dios. Esta tesis señala simplemente que la creencia en Dios ha muerto.
1) Relación entre el hombre y Dios:
• Dios no crea al hombre sino el hombre a Dios.
2) Razones de la creencia en Dios:
dar un consuelo a los hombres de la miseria y sufrimiento existente en este mundo, y la creencia en Dios es una consecuencia de la vida decadente, de la vida incapaz de aceptar el mundo en su dimensión trágica; parece apelar a una motivación psicológica: la idea de Dios es un refugio para los que no pueden aceptarla vida.
3) “Muerte de Dios”:
• Nietzsche considera que estamos ante un acontecimiento actual: no explica las razones históricas que han dado lugar a la creencia en Dios, ni las que han dado lugar a su descrédito, pero parece indicar que estamos en un tiempo histórico clave pues en él asistimos a su necesario final.
4) “Concepto de Dios “:
• cuando Nietzsche se refiere a Dios se refiere al dios de la religión, particular­mente del cristianismo, pero también a todo aquello que puede sustituirle, por­que en realidad Dios no es una entidad sino un lugar, una figura posible del pensamiento, representa lo Absoluto. Dios es la metáfora para expresar la realidad absoluta, la realidad que se presenta como la Verdad y el Bien, como, el supuesto ámbito objetivo que puede servir de fundamento a la existencia por encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vi­vido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Esta expe­riencia de la finitud, del sentirse sin remedio desorientado es necesario para empezar un nuevo modo de vida.
5) Consecuencia de la “muerte de Dios”:
• para Nietzsche con dicha “muerte” podemos vivir sin lo absoluto, en la “inocencia del devenir”. De ahí que la muerte de Dios sea la condición para la aparición del superhombre.

El siguiente texto de “La gaya ciencia” es el que mejor expresa su idea de la muerte de Dios: “¿No habéis oído hablar de ese hombre loco que, en pleno día, en­cendía una linterna y echaba a correr por la plaza pública, gritando sin cesar, “busco a Dios, busco a Dios”? Como allí había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. “Qué, ¿se ha perdido Dios?”, decía uno. “¿Se ha perdido como un niño pequeño?” preguntaba otro. “LO es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado?” Así gritaban y reían con gran confusión. El loco se precipitó en medio de ellos y los traspasó con la mirada: “¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a decir”, les gritó. ¡Nosotros lo hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido hacer eso? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Y quién nos ha dado la esponja para secar el horizonte? ¿Qué hemos hecho al separar esta tierra de la cadena de su sol? ¿Adónde se dirigen ahora sus mo­vimientos? ¿Lejos de todos los soles? ¿No caemos incesantemente? ¿Hacia adelante, hacia atrás, de lado, de todos lados? ¿Hay aún un arriba y un abajo? ¿No vamos como errantes a través de una nada infinita? ¿No nos persigue el vacío con su aliento? ¿No hace más frío? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto y nosotrOS somos quienes lo hemos matado! ¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y poderoso se ha desangrado bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre” ¿Qué agua podrá purificamos? ¿Qué expia­ciones, qué juegos nos veremos forzados a inventar? ¿No es excesiva para nosotros la grandeza de este acto? ¿No estamos forzados a convertimos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las futuras generaciones serán, por este acto, Parte de una historia más alta de lo que hasta el presente fue la historia. Aquí calló el loco y miró de nuevo a sus oyentes; ellos también callaron y le contemplaron con extrañeza. Por último, arrojó al suelo la linterna, que se apagó y rompió en mil pedazos: “He llegado demasiado pronto, dijo. No es aún mi hora. Este gran acontecimiento está en camino, todavía no ha llegado a oídos de los hombres. Es necesario dar tiempo al relámpago y al trueno, es necesario dar tiempo a la luz de los astros, tiempo a las acciones, cuando ya han sido realizadas, para ser vistas y oídas. Este acto está más lejos de los hombres que el acto más distante; y, sin embargo, ellos lo han realizado.”
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viernes, 9 de mayo de 2008

La idea nietzscheana de la ciencia como interpretación.


¿En qué sentido es para el hombre alcanzar la verdad una tarea imposible? En primer lugar, ya desde épocas tempranas Nietzsche presentará las bases de lo que dentro de la gnoseología se conocería posteriormente como el perspectivismo. En su escrito "Sobre verdad y mentira en un sentido extramoral" de 1873, el entendimiento es caracterizado como un "aparato simplificador", cuya tarea, en una primera fase, es elaborar los conceptos y las palabras a partir de la multiplicidad de impresiones. En una segunda fase, a partir de los conceptos más elementales, forma ideas cada vez más generales en una gradación, llegando a los conceptos más abstractos, propios de la filosofía. Con el desarrollo de la cultura y del lenguaje este origen es olvidado, tomándose estos conceptos por adecuados y verdaderos, es decir por coincidentes con una realidad externa. Esta situación se vuelve más grave medida que el intelecto crea conceptos más abstractos para abarcar toda realidad, con lo cual se cae en una clase de autoengaño y automentira.

Por otra parte la inadecuación necesaria de los conceptos con las cosas obedece a dos causas fundamentales. En primer lugar, Nietzsche descarta la posibilidad de una intuición intelectual que captaría lo que sea "la cosa en sí" o la esencia de las cosas. No existe según su punto de vista tal facultad, sino que todo conocimiento obedece a una determinada "perspectiva", es decir a un punto de vista particular distinto en cada especie. De esta forma, la especie humana, presta atención a todos aquellos estímulos que son necesarios para su preservación, desoyendo otros.

En segundo término, el conocimiento último de las cosas imposible, dado que para Nietzsche la totalidad de lo real está en permanente devenir, con lo cual el conocimiento de toda substancia última es imposible. Por esta causa son excluidas categorías metafísicas como las de substancia, finalidad y unidad entre otras, siendo las mismas meros productos del arte de simulación del intelecto, que debe construirlas para poder atrapar por medio de estos esquemas, una realidad, que en perpetuo devenir es en sí misma inatrapable.

Nietzsche toma en consideración las ciencias humanas pero también las ciencias físicas. El punto de partida es que no hay hechos brutos sino interpretaciones. La posición de Nietzsche sobre la ciencia se relaciona con las leyes naturales. Su principal crítica es que la forma como los científicos han pensado las leyes naturales sigue la misma tendencia de la modernidad, es decir, la tendencia a nivelarlo todo, a reducirlo todo a un común denominador. La ciencia es interpretación del mundo. Para Nietzsche el mundo permite infinitas interpretaciones. Nietzsche se opone al dominio puramente reactivo de la ciencia. La ciencia es la última expresión del nihilismo occidental. Para Nietzsche el mundo es apariencia. La afinidad entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido es pura fe. Nuestros órganos de conocimiento son útiles para la vida, no para la verdad. La perspectiva está basada siempre en experiencias seleccionadas. Nuestro afán de encontrar regularidades en la Naturaleza solo está garantizado por la costumbre. La verdad es una clase de error y el conocimiento una ficcionalización del mundo. Las leyes de la naturaleza son construcciones fantásticas; meras apariencias. El conocimiento tiene su condición más íntima en la necesidad de dar un significado estético a la existencia.

La ciencia y el conocimiento práctico niegan la complejidad de lo real, que es caos, devenir. Esta ambigüedad de lo real es negada a favor de una categorización racional. Lo que hay es un interés práctico. Un mundo regulado por las leyes científicas es mucho menos problemático que un mundo del caos. Nietzsche entiende la ilusión científica por la verdad como una manifestación de la voluntad de dominio. Como interpretación la ciencia no explica sino que está condenada a meramente describir o construir. No hay una verdad como tal, sino muchas verdades.

Con respecto a la lógica, Nietzsche puede ser calificado como antilógico. A la lógica lo que le interesa es la conservación de la verdad. A Nietzsche le interesa la ambigüedad, la multiplicidad de la comprensión humana de la naturaleza. Contrario a la presuposición de regularidad, las cosas no obedecen reglas, no hay cosas sino ficciones inventadas por nosotros. No hay leyes. No existe el mundo en sí mismo. El mundo es puramente relacional, presenta distintos aspectos bajo diferentes condiciones. Desde cada punto el mundo es esencialmente diferente. Estas condiciones son las que pueden determinar nuestro conocimiento. La lógica es aplicable bajo condiciones de dominación. La ciencia es antiestética. La ciencia moderna es manifestación de una voluntad reactiva, manifestación del ideal ascético. La ciencia es nihilista. Está organizada contra la vida, la ambigüedad y el cambio. La ciencia perpetúa el ideal ascético de la religión pero con otros medios. A pesar de la necesidad de la ciencia para la conservación, la ciencia está animada de un espíritu nihilista. La ciencia es decadencia de nuestro conocimiento. Nuestros aparatos de abstracción son simplificadores. La ciencia transforma la Naturaleza en concepto para su mejor dominio. En este sentido Nietzsche hace retrotraer el origen de la ciencia a la magia y a la alquimia. Pero la evolución de la ciencia es ambivalente. Las necesidades tecnológicas la encadenan a la decadencia. Pero Nietzsche no excluye la posibilidad de una ciencia bajo la óptica de la vida y del arte. A Nietzsche le interesa subrayar esta ambivalencia de progreso científico. Para el perspectivismo todo conocimiento es creencia, pero hay una diferencia entre creencia y decadencia nihilista y creencia estética y estimulante.

Las leyes matemáticas suponen que los objetos son idénticos pero en la naturaleza no hay objetos idénticos. La ciencia es una forma de humanizar las cosas. Con ella aprendemos más de nosotros mismos que de las cosas. La ciencia es el dominio de la naturaleza con propósitos humanos.

Pero la ciencia puede ser pensada estéticamente. Nietzsche subraya el aspecto constructivo, interpretativo de la investigación científica. El conocimiento humano es una expresión de la voluntad de poder. Participa en el caos individual de la construcción del mundo como interpretación. Las leyes son interpretación, no texto. Las ficciones o verdades de la ciencia no son más que expresiones de la voluntad de poder. La naturaleza es caos. El caos expresa el perpetuo carácter deviniente del mundo. Cada perspectiva provee un mundo intepretado. El problema de la ciencia debe ser visto desde la perspectiva filosófica. Es a la luz de la filosofía como la ciencia debe ser pensada como arte y vida. Nietzsche propone el arte como afirmación en lugar del optimismo de la ciencia. El artista creador es entendido en términos de necesidad afirmativa. La ciencia trabaja con ilusiones "Lo real es un caos sin ninguna consideración con la exigencia humana".

¿Verdadero?

1. Apolo es el símbolo de la vida misma, que rompe todas las barreras e ignora todas las limitaciones. En los ritos apolíneos los devotos, ebrios, pasaban a ser uno con la vida. Las barreras establecidas por el principio de individuación tienden a derrumbarse. Se lanzan a la corriente de la vida patentizando la unidad primordial. F Dionisio

2. La civilización occidental es hedonista-platónica-cristiana. Está asentada sobre la metafísica hedonista-platónica y sobre el cristianismo y la moral que éste engendra. Si algo caracteriza, por tanto, a la civilización (tradición) occidental es que ha conservado la vida, la ama. F es socrático-platónica-cristiana

3. Lo que el mundo que la ontología clásica ha llamado "real" es "aparente". Es ilusorio porque basa sus categorías en la nada. La nada es la negación del ser, y el auténtico ser es la vida. Además, apunta la causa de este odio contra la vida: el punto de vista de la moral inventada por los débiles que intenta contener a los fuertes que son los únicos capaces de asumir la única realidad existente, la vida, en toda su crudeza. V

4. Nihilismo activo: Consiste en la aceptación pesimista de la ausencia de valores y la falta de sentido de la existencia. Éste se da, y se dará, pero no es el que le interesa. F pasivo.

5. A lo largo de toda su vida el mismo Nietzsche intentara librarse del pesimismo heredado de Schopenhauer, pero no lo consiguió. De hecho él nunca se proclamó modelo del nuevo hombre sino sólo su profeta. Es decir, el último hombre occidental. V

6. El nihilismo (activo) nos lleva a patentizar la auténtica realidad del mundo y de la vida. El devenir constante, la afirmación de la vida. A esto llama Nietzsche voluntad de poder. (El acto de afirmación es un acto de voluntad y mientras más se afirma, más poder y mientras más poder, más se afirma). V

7. El objetivo del conocimiento no es controlar sino saber. Por eso es un proceso de interpretación basado en las necesidades vitales y expresa el deseo de controlar el flujo del devenir, incontrolable de otro modo. F El objetivo del conocimiento no es saber sino controlar

8. La verdad es lo que se ha llamado error. Es voluntad de poder, voluntad de apariencia, de ilusión. Pero esta voluntad es más profunda que la voluntad de verdad proclamada por Occidente y denominada por Schopenhauer voluntad de vivir. Es más profunda porque reconoce y conoce la realidad auténtica del ser: el devenir, la vida, y sabe que la razón humana jamás podrá comprenderla, encerrarla en conceptos, en categorías. V

9. En definitiva, la metáfora es expresión de la vida mediante la voluntad de poder y el hombre es la expresión del "sentido de la tierra", de la vida que, por la voluntad de poder es ante todo creador, creativo. V

10. Nietzsche reclama una realidad guiada por un hombre "racional": voluntad de poder. Un hombre en el que se hayan superado todos los errores de Occidente. Un hombre sin Dios. Un hombre que asuma la vida en toda su fuerza. Un hombre que ame la vida, que sea pura racionalidad. Por eso este nuevo modelo humano está más allá del hombre occidental y sólo será posible cuando la civilización que está por venir se haga real. F irracional, instintividad

11. Luchar por su pronto advenimiento es la misión del último hombre: Zaratustra (Nietzsche). Él es el profeta de este hombre más allá del hombre. Su misión es luchar porque en los hombres domine la vida. Por eso hay que criticar al hombre occidental. V

12. El filósofo occidental distingue entre realidad y apariencia. El mundo en que nos desenvolvemos es el mundo de la realidad. F apariencia

13. La vida es la realidad primordial. Y ésta es estática. Por eso hay que acabar con toda la ontología que niegue la vida que no la deje ser como ella es. F devenir

14. El concepto es la aprehensión, delimitación, comprensión de la realidad. El concepto, en cierto modo, "inmoviliza" la realidad y la "uniformiza" por lo que carece totalmente de sentido. V

15. El lenguaje es el resultado de la razón. Es una creación de la civilización occidental para justificarse a sí misma. V

16. La verdad es un conjunto de metáforas, de generalizaciones, de ilusiones que el uso y la costumbre han impuesto y cuya naturaleza hemos olvidado. V

17. La cultura occidental está viciada desde su origen. Su error, el más pertinaz y peligroso de todos, consiste en instaurar "la irracionalidad a toda costa”. F racionalidad

18. El error dogmático de la filosofía griega ha sido la invención del estatismo del ser, es decir, "el espíritu puro", y el "bien en sí" por parte de Platón. Este dogmatismo a ultranza es interpretado por Nietzsche como síntoma de decadencia. Es decadente todo lo que se opone a los valores del existir instintivo y biológico del hombre. V

19. Para el artista la verdadera realidad no puede estar sujeta al devenir, ella permanece idéntica consigo misma, estática e inmutable, es decir, debe ser "causa sui". F metafísico

20. La categoría ontológica "ser verdadero" ___es una propiedad de la realidad, __no una mera valoración subjetiva como condición necesaria de supervivencia del hombre. F no, sino

21. La ciencia no es la verdadera interpretación de lo real; ella nace de un sentimiento, es decir, de la repugnancia del intelecto por un supuesto caos del mundo exterior y también interior. V

22. La moral de los señores es una exaltación de los instintos primarios de vida. La virtud es interpretada como un estado fisiológico, puesto que en toda valoración moral lo que está en juego es la supervivencia del individuo. En la nueva moral debe imponerse la voluntad de la vida sobre la voluntad de la nada. V

23. Sentido de la superación: el hombre para devenir en superhombre ha de acoger en su interior a Dios. ___Se trata de una divinización del hombre. De esta forma se convertirá en un ser con plenitud de poder y de dominio sobre sí y sobre los demás. F de expulsar de, No se trata de una divinización del hombre, sino todo lo contrario, una sustitución de Dios por el superhombre

24. Nietzsche descarta la posibilidad de una intuición intelectual que captaría lo que sea "la cosa en sí" o la esencia de las cosas. No existe según su punto de vista tal facultad, sino que todo conocimiento obedece a una determinada "perspectiva", es decir a un punto de vista particular distinto en cada especie. La especie humana, presta atención a todos aquellos estímulos que son necesarios para su preservación, desoyendo otros. V

25. El conocimiento último de las cosas es posible, dado que para Nietzsche la totalidad de lo real está en permanente quietud, con lo cual el conocimiento de toda substancia última es posible. F imposible, devenir.

26. Por esta causa son excluidas categorías metafísicas como las de substancia, finalidad y unidad entre otras, siendo las mismas meros productos del arte de simulación del intelecto, que debe construirlas para poder atrapar por medio de estos esquemas, una realidad, que en perpetuo devenir es en sí misma inatrapable. V

27. Las leyes de la naturaleza son construcciones fantásticas; meras apariencias. El conocimiento tiene su condición más íntima en la necesidad de dar un significado estético a la existencia. V

28. ___Hay leyes. ___Existe el mundo en sí mismo. El mundo es puramente racional, presenta idénticos aspectos bajo diferentes condiciones. Desde cada punto el mundo es esencialmente igual. F No, no, distintos, relacional, diferente

29. Pero la ciencia puede ser pensada estéticamente. Nietzsche subraya el aspecto constructivo, interpretativo de la investigación científica. V

30. Nietzsche presenta el origen de lenguaje como producto del instinto natural, el lenguaje conceptual satisface las necesidades del rebaño. El lenguaje es símbolo de las apariencias, no puede expresar el corazón de las cosas. No hay un lenguaje que exprese la esencia de las cosas sino la ilusión que crea la fantasía. V

31. Nuestras ficciones que expresamos con palabras __ reflejan la realidad objetiva. La verdad ___existe por sí sola, somos nosotros quien hablamos de ella. F no, no

32. La verdad es un mito filosófico escondido detrás de lenguaje. El lenguaje da la forma del pensamiento. V

33. El resultado de las ficciones antropomórficas que creamos constituye la expresión metafísica de lenguaje como conocimiento de la realidad. Nietzsche rechaza esta concepción de lenguaje como conocimiento de la realidad y señala que la relación entre lenguaje y realidad es mediata, convencional y metafórica. V

34. El concepto no tiene su origen en un impulso creativo, no es una invención, no es una poetización de la realidad. F

35. El hombre introduce un orden sistemático del mundo para hacerlo accesible a sus necesidades: la moral y la religión son creaciones lingüísticas para superar el caos. Las cosas no son más que ilusiones y falsificaciones. V

36. El entendimiento es caracterizado como un "aparato simplificador", cuya tarea, en una primera fase, es elaborar los conceptos y las palabras a partir de la multiplicidad de impresiones. En una segunda fase, a partir de los conceptos más elementales, forma ideas cada vez más generales en una gradación, llegando a los conceptos más abstractos, propios de la filosofía. Con el desarrollo de la cultura y del lenguaje este origen es olvidado, tomándose estos conceptos por adecuados y verdaderos, es decir por coincidentes con una realidad externa. Esta situación se vuelve más grave medida que el intelecto crea conceptos más abstractos para abarcar toda realidad, con lo cual se cae en una clase de autoengaño y automentira. V

37. Nietzsche acepta la posibilidad de una intuición intelectual que captaría lo que sea "la cosa en sí" o la esencia de las cosas. ____Existe según su punto de vista tal facultad, ___todo conocimiento obedece a una idéntica "perspectiva", es decir a un punto de vista igual en cada especie. F descarta, No existe, sino que, determinada, particular distinto

38. El entendimiento copia la realidad en la misma medida en que la crea, y los instrumentos privilegiados de que se vale para ello son el lenguaje y el símbolo, esos geniales mediadores entre un objeto que pone el sujeto y un sujeto no menos construido por el objeto y por los genios de esa mediación imposible. F deforma

39. La unicidad de la verdad, la supuesta objetividad de ciertas formas de conocimiento no son, pues, sino productos de una eficaz actividad persuasiva. En particular, la retórica científica consigue el doble efecto de, por un lado, convencernos de que su interpretación es la única verdadera, y, por otro lado, persuadirnos de que no estamos siendo persuadidos, hacernos olvidar que tras el concepto más redondo se oculta siempre una metáfora, una producción poética. V

40. El conocimiento es, pues, y constitutivamente, una forma de olvido, de desconocimiento. V

lunes, 5 de mayo de 2008

CONTESTA

¿VERDADERO?
1. Apolo es el símbolo de la vida misma, que rompe todas las barreras e ignora todas las limitaciones. En los ritos apolíneos los devotos, ebrios, pasaban a ser uno con la vida. Las barreras establecidas por el principio de individuación tienden a derrumbarse. Se lanzan a la corriente de la vida patentizando la unidad primordial.
2. La civilización occidental es hedonista-platónica-cristiana. Está asentada sobre la metafísica hedonista-platónica y sobre el cristianismo y la moral que éste engendra. Si algo caracteriza, por tanto, a la civilización (tradición) occidental es que ha conservado la vida, la ama.
3. Lo que el mundo que la ontología clásica ha llamado "real" es "aparente". Es ilusorio porque basa sus categorías en la nada. La nada es la negación del ser, y el auténtico ser es la vida. Además, apunta la causa de este odio contra la vida: el punto de vista de la moral inventada por los débiles que intenta contener a los fuertes que son los únicos capaces de asumir la única realidad existente, la vida, en toda su crudeza.
4. Nihilismo activo: Consiste en la aceptación pesimista de la ausencia de valores y la falta de sentido de la existencia. Éste se da, y se dará, pero no es el que le interesa.
5. A lo largo de toda su vida Nietzsche intentara librarse del pesimismo heredado de Schopenhauer, pero no lo consiguió. De hecho él nunca se proclamó modelo del nuevo hombre sino sólo su profeta. Es decir, el último hombre occidental.
6. El nihilismo (activo) nos lleva a patentizar la auténtica realidad del mundo y de la vida. El devenir constante, la afirmación de la vida. A esto llama Nietzsche voluntad de poder. (El acto de afirmación es un acto de voluntad y mientras más se afirma, más poder y mientras más poder, más se afirma).
7. El objetivo del conocimiento no es controlar sino saber. Por eso es un proceso de interpretación basado en las necesidades vitales y expresa el deseo de controlar el flujo del devenir, incontrolable de otro modo.
8. La verdad es lo que se ha llamado error. Es voluntad de poder, voluntad de apariencia, de ilusión. Pero esta voluntad es más profunda que la voluntad de verdad proclamada por Occidente y denominada por Schopenhauer voluntad de vivir. Es más profunda porque reconoce y conoce la realidad auténtica del ser: el devenir, la vida, y sabe que la razón humana jamás podrá comprenderla, encerrarla en conceptos, en categorías.
9. En definitiva, la metáfora es expresión de la vida mediante la voluntad de poder y el hombre es la expresión del "sentido de la tierra", de la vida que, por la voluntad de poder es ante todo creador, creativo.
10. Nietzsche reclama una realidad guiada por un hombre "racional": voluntad de poder. Un hombre en el que se hayan superado todos los errores de Occidente. Un hombre sin Dios. Un hombre que asuma la vida en toda su fuerza. Un hombre que ame la vida, que sea pura racionalidad. Por eso este nuevo modelo humano está más allá del hombre occidental y sólo será posible cuando la civilización que está por venir se haga real.
11. Luchar por su pronto advenimiento es la misión del último hombre: Zaratustra (Nietzsche). Él es el profeta de este hombre más allá del hombre. Su misión es luchar porque en los hombres domine la vida. Por eso hay que criticar al hombre occidental.
12. El filósofo occidental distingue entre realidad y apariencia. El mundo en que nos desenvolvemos es el mundo de la realidad.
13. La vida es la realidad primordial. Y ésta es estática. Por eso hay que acabar con toda la ontología que niegue la vida que no la deje ser como ella es.
14. El concepto es la aprehensión, delimitación, comprensión de la realidad. El concepto, en cierto modo, "inmoviliza" la realidad y la "uniformiza" por lo que carece totalmente de sentido.
15. El lenguaje es el resultado de la razón. Es una creación de la civilización occidental para justificarse a sí misma.
16. La verdad es un conjunto de metáforas, de generalizaciones, de ilusiones que el uso y la costumbre han impuesto y cuya naturaleza hemos olvidado.
17. La cultura occidental está viciada desde su origen. Su error, el más pertinaz y peligroso de todos, consiste en instaurar "la irracionalidad a toda costa”.
18. El error dogmático de la filosofía griega ha sido la invención del estatismo del ser, es decir, "el espíritu puro", y el "bien en sí" por parte de Platón. Este dogmatismo a ultranza es interpretado por Nietzsche como síntoma de decadencia. Es decadente todo lo que se opone a los valores del existir instintivo y biológico del hombre
19. Para el artista la verdadera realidad no puede estar sujeta al devenir, ella permanece idéntica consigo misma, estática e inmutable, es decir, debe ser "causa sui".
20. La categoría ontológica "ser verdadero" es una propiedad de la realidad, no una mera valoración subjetiva como condición necesaria de supervivencia del hombre
21. La ciencia no es la verdadera interpretación de lo real; ella nace de un sentimiento, es decir, de la repugnancia del intelecto por un supuesto caos del mundo exterior y también interior.
22. La moral de los señores es una exaltación de los instintos primarios de vida. La virtud es interpretada como un estado fisiológico, puesto que en toda valoración moral lo que está en juego es la supervivencia del individuo. En la nueva moral debe imponerse la voluntad de la vida sobre la voluntad de la nada.
23. Sentido de la superación: el hombre para devenir en superhombre ha de acoger en su interior a Dios. Se trata de una divinización del hombre. De esta forma se convertirá en un ser con plenitud de poder y de dominio sobre sí y sobre los demás
24. Nietzsche descarta la posibilidad de una intuición intelectual que captaría lo que sea "la cosa en sí" o la esencia de las cosas. No existe según su punto de vista tal facultad, sino que todo conocimiento obedece a una determinada "perspectiva", es decir a un punto de vista particular distinto en cada especie. La especie humana, presta atención a todos aquellos estímulos que son necesarios para su preservación, desoyendo otros
25. El conocimiento último de las cosas es posible, dado que para Nietzsche la totalidad de lo real está en permanente quietud, con lo cual el conocimiento de toda substancia última es posible.
26. Por esta causa son excluidas categorías metafísicas como las de substancia, finalidad y unidad entre otras, siendo las mismas meros productos del arte de simulación del intelecto, que debe construirlas para poder atrapar por medio de estos esquemas, una realidad, que en perpetuo devenir es en sí misma inatrapable.
27. Las leyes de la naturaleza son construcciones fantásticas; meras apariencias. El conocimiento tiene su condición más íntima en la necesidad de dar un significado estético a la existencia
28. Hay leyes. Existe el mundo en sí mismo. El mundo es puramente racional, presenta idénticos aspectos bajo diferentes condiciones. Desde cada punto el mundo es esencialmente igual.
29. Pero la ciencia puede ser pensada estéticamente. Nietzsche subraya el aspecto constructivo, interpretativo de la investigación científica.
30. Nietzsche presenta el origen de lenguaje como producto del instinto natural, el lenguaje conceptual satisface las necesidades del rebaño. El lenguaje es símbolo de las apariencias, no puede expresar el corazón de las cosas. No hay un lenguaje que exprese la esencia de las cosas sino la ilusión que crea la fantasía.
31. Nuestras ficciones que expresamos con palabras reflejan la realidad objetiva. La verdad existe por sí sola, somos nosotros quien hablamos de ella.
32. La verdad es un mito filosófico escondido detrás de lenguaje. El lenguaje da la forma del pensamiento
33. El resultado de las ficciones antropomórficas que creamos constituye la expresión metafísica de lenguaje como conocimiento de la realidad. Nietzsche rechaza esta concepción de lenguaje como conocimiento de la realidad y señala que la relación entre lenguaje y realidad es mediata, convencional y metafórica
34. El concepto no tiene su origen en un impulso creativo, no es una invención, no es una poetización de la realidad.
35. El hombre introduce un orden sistemático del mundo para hacerlo accesible a sus necesidades: la moral y la religión son creaciones lingüísticas para superar el caos. Las cosas no son más que ilusiones y falsificaciones
36. el entendimiento es caracterizado como un "aparato simplificador", cuya tarea, en una primera fase, es elaborar los conceptos y las palabras a partir de la multiplicidad de impresiones. En una segunda fase, a partir de los conceptos más elementales, forma ideas cada vez más generales en una gradación, llegando a los conceptos más abstractos, propios de la filosofía. Con el desarrollo de la cultura y del lenguaje este origen es olvidado, tomándose estos conceptos por adecuados y verdaderos, es decir por coincidentes con una realidad externa. Esta situación se vuelve más grave medida que el intelecto crea conceptos más abstractos para abarcar toda realidad, con lo cual se cae en una clase de autoengaño y automentira.
37. Nietzsche acepta la posibilidad de una intuición intelectual que captaría lo que sea "la cosa en sí" o la esencia de las cosas. Existe según su punto de vista tal facultad, todo conocimiento obedece a una idéntica "perspectiva", es decir a un punto de vista igual en cada especie
38. El entendimiento copia la realidad en la misma medida en que la crea, y los instrumentos privilegiados de que se vale para ello son el lenguaje y el símbolo, esos geniales mediadores entre un objeto que pone el sujeto y un sujeto no menos construido por el objeto y por los genios de esa mediación imposible
39. La unicidad de la verdad, la supuesta objetividad de ciertas formas de conocimiento no son, pues, sino productos de una eficaz actividad persuasiva. En particular, la retórica científica consigue el doble efecto de, por un lado, convencernos de que su interpretación es la única verdadera, y, por otro lado, persuadirnos de que no estamos siendo persuadidos, hacernos olvidar que tras el concepto más redondo se oculta siempre una metáfora, una producción poética.
40. El conocimiento es, pues, y constitutivamente, una forma de olvido, de desconocimiento

"¿Qué es entonces la verdad?"

"¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas sino como metal" F. Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. & 8
1. Explica el concepto de “verdad” que hay en el texto
PALABRAS CLAVE:antropomorfismos, verdad, metáforas, metonimias, verdad y uso social, nihilismo, ilusión.
El texto de Nietzsche aclara inmediatamente el tema sobre el que va a dar una nueva versión y una nueva perspectiva: "Qué es entonces la verdad". La respuesta viene escalonada por varias premisas, que confluyen en una conclusión:
1. "Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos".
2. "Una suma de relaciones humanas extrapoladas y adornadas que un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes"
3. La conclusión y, por tanto la principal propuesta del texto es: "Las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son".
Es decir que lo que ahora llamamos verdad, como si fuera una correspondencia, un reflejo de la realidad o del mundo que nos rodea -como pensaran ingenuamente los filósofos antiguos- es en realidad un conjunto,"una hueste en movimiento de metáforas, metonimias y antropomorfismos".
Con las metáforas designamos realidades con nombres que pertenecen a otros campos o experiencias más fáciles de comprender, en función de la relación de semejanza que observamos entre ellas.
Con las metonimias designamos realidades con nombres que pertenecen a otros campos en función de su proximidad en el espacio o en el tiempo.
En los antropomorfismos, designamos realidades de la naturaleza o del mundo exterior como si fueran atributos o partes del ser humano.
Nietzsche nos indica con toda claridad que estas metáforas y figuras retóricas no son un fiel reflejo de la realidad, ni una percepción inmaculada de la misma; sino que representan un acuerdo arbitrario entre los seres humanos para designar la relación entre una realidad exterior y el impacto o excitación que nos produce. Son las medidas o los mapas que nos fabricamos para conocer el mundo.
Si consideramos, por ejemplo, una piedra como realidad exterior; podemos decir que la piedra es dura; automáticamente consideramos esta afirmación como verdadera, cuando si la analizamos en profundidad, nos damos cuenta -como afirma Nietzsche unas líneas más arriba del texto- de que el adjetivo "duro" no es más que un conjunto de sonidos articulados que vienen a designar una excitación completamente subjetiva.
Es la costumbre y el uso lo que refuerza el valor de estas metáforas, de manera que son aceptadas socialmente como verdaderas. Ésta es otra importante propuesta de Nietzsche, la verdad responde a un uso social, y es fundamentalmente lo que una sociedad o un grupo acepta: "Una suma de relaciones humanas que después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes".
Por esta razón concluye que "las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son". La lengua se transmite de padres a hijos, de generación en generación, y con la tradición y el uso, las personas olvidamos el auténtico origen metafórico de las cosas que designamos como verdades, por eso en realidad son meras "ilusiones", es decir, engaños, vanas supersticiones, que nos llenan de una falsa felicidad.
En este texto la palabra ilusión adquiere un sentido completamente nihilista, que va más allá de la valoración moral entre decir la verdad o engañar. En realidad la verdad tiene un sentido extramoral, afirma Nietzsche en el título de la obra a la que pertenece el presente texto. Si observamos su genealogía, es decir su origen, de dónde proviene, nos damos cuenta que aquello que la sociedad llama "verdad", no es más que una ilusión, un engaño.
Al final del texto, Nietzsche resume esta propuesta fundamental con una metáfora brillante y aclaratoria: "las verdades son metáforas que se han desgastado, monedas que al usarse han perdido su troquelado y ya no son monedas sino metal". El hecho de que lo que llamamos "verdad" sea una mera "ilusión", introduce el tema del nihilismo en el pensamiento de Nietzsche como transmutación de los valores aceptados por la sociedad.

Verdad: significa la realidad misma de las cosas. Se distingue la verdad ontológica, última esencia de la realidad, lo que es en sí mismo o noumeno. (Este significado es negado por Nietzsche en el texto, y es considerada una ilusión metafísica).
Verdad gnoseológica, adecuación entre la mente humana y la realidad exterior.
Verdad lógica, es la validez formal o relación necesaria entre las premisas y la conclusión.
La verdad moral es el acuerdo con las leyes morales, y la veracidad es el hábito o virtud de no mentir. Para Nietzsche la verdad es un acuerdo social, que no responde a la realidad, una mera ilusión o un engaño nihilista.
Ilusión: es una situación de engaño, que se produce cuando aceptamos hechos que nos halagan pero que se encuentran más allá de nuestras posibilidades. Según el pensamiento de Nietzsche son el fundamento del nihilismo.
Nihilismo: del latín nihil que significa nada. El nihilismo no es sólo un escepticismo, negación de todo conocimiento de la realidad. El nihilismo es la constatación de que todos los valores y verdades de la llamada civilización occidental son mentira, son un engaño, y por tanto deben ser transformados, y sustituidos por los valores vitalistas. La cima o esencia del nihilismo nietzscheano, se encuentra en el concepto de muerte de Dios. En Dios se sintetizan los valores occidentales falsos, que deben ser transformados.

2- Explica la frase “(el hombre) Olvida... las metáforas intuitivas originales en cuanto metáforas y las toma por las cosas mismas”. VER RESPUESTAS 30-31