viernes, 25 de abril de 2008

CRÍTICA A LA EPISTEMOLOGÍA TRADICIONAL

Crítica A LA VALIDEZ DE LOS CONCEPTOS

El nivel más elemental de la utilización de la razón es el de los conceptos: son los depositarios de los significados mediante los que describimos las propiedades de las cosas.

La filosofía ha considerado siempre que la realidad puede representarse correctamente mediante conceptos, que éstos reflejan la realidad, y que las relaciones entre los conceptos son capaces de representar las relaciones entre las cosas. Para ello, y de modo más o menos explícito, aspiró a la definición precisa de cada término, al rigor en el uso de las palabras y a su aplicación unívoca y no metafórica. Consideraba que entender una realidad es subsumirla en un concepto, es disponer de un concepto para comprenderla. Cuando utilizamos la palabra “árbol” en un sentido no metafórico (por ejemplo, para hablar tanto de los pinos como de los manzanos) suponemos que en lo que llamamos pino están presentes también las cualidades fundamentales descritas con dicha palabra, y que en lo que llamamos manzano están presentes también las mismas cualidades. Pero si son dos cosas distintas esto que llamo manzano y esto que llamo pino ¿cómo es posible que también sean iguales? La tradición filosófica resolvía este problema indicando que en ambos, el manzano y el pino, encontramos dos formas de ser: la esencia o conjunto de propiedades básicas, presentes también en otras entidades individuales (en este caso, en todas que reciben el nombre de árbol), y los rasgos accidentales que dan lugar a las diferencias entre individuos de un mismo género. Pero, ¿qué podríamos pensar si considerásemos que no existen las esencias, si creyésemos que en la realidad no hay nada que sea absolutamente idéntico entre dos objetos?; y más aún, ¿qué podríamos pensar si considerásemos que ni siquiera un objeto es idéntico a sí mismo puesto que cambia, aunque tal vez de forma imperceptible, a lo largo del tiempo?

Ésta es precisamente la tesis de Nietzsche: en el mundo no existen esencias, no existe un rasgo (o varios rasgos) que se encuentre en todos y cada uno de los individuos; ni siquiera existen los objetos, pues la identidad que nosotros les atribuimos, su ser los mismos con el paso del tiempo, es una consecuencia de nuestro modo substancialista de representarnos la realidad.

Como dice en “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, formamos los conceptos de las cosas al abandonar las diferencias individuales, las notas distintivas. Dada esta creencia, que el propio Nietzsche reconoce heracliteana, no es extraño que para este filósofo el pensamiento conceptual no sea un buen recurso para expresar la realidad. No es posible que la misma palabra sirva para referirnos adecuadamente a dos cosas distintas, porque si cubre adecuadamente la realidad de una de ellas no puede cubrir también la de la segunda, ya que la primera es inevitablemente distinta de la segunda (puesto que no existen las esencias o las realidades universales presentes en varios objetos). Recordemos las diferencias entre el uso unívoco, equívoco y análogo de una palabra: una palabra se usa de forma unívoca para referirse a dos objetos cuando la utilizamos exactamente con el mismo significado en los dos casos, cuando los significados fundamentales que se incluyen en ella se los atribuimos a los dos objetos, como cuando decimos que la figura que llamamos isósceles es un triángulo y la que llamamos equilátero es un triángulo; la usamos de modo equívoco cuando la utilizamos con significados distintos, cuando la predicamos de dos cosas sin que tengan un significado común (gato como animal y gato como una máquina para levantar pesos a poca altura); finalmente, una palabra se usa de un modo análogo o metafórico cuando no la utilizamos con su significado propio sino en parte distinto y en parte igual, como cuando Descartes utiliza la metáfora del árbol para referirse a la totalidad de los saberes humanos y a sus relaciones. Los significados de las palabras describen las propiedades de las cosas; de este modo, el uso unívoco de las palabras supone que dos cosas distintas deben tener las mismas propiedades, el uso análogo o metafórico en parte las mismas y en parte distintas, y el equívoco ninguna propiedad en común. La idea de la realidad que tiene Nietzsche induce a pensar que no podemos utilizar las palabras de un modo unívoco; lo más que concede Nietzsche es el uso análogo o metafórico del lenguaje: la metáfora es mejor modo de captar la realidad que el concepto preciso pues la metáfora implica desigualdad entre los objetos, no presenta significados sino que los sugiere, deja abierta la posibilidad al oyente o lector de que él mismo complete el significado a partir de su propia experiencia del mundo. Por esta razón, es perfectamente comprensible el estilo que emplea Nietzsche para expresar sus ideas filosóficas: no demuestra ni argumenta pues no cree en la demostración, no expone sistemáticamente su filosofía pues no cree que el mundo sea un sistema o totalidad ordenada, no emplea con precisión ni rigor los conceptos, emplea la sugerencia, la metáfora, el aforismo. Para Nietzsche, el arte es un medio más adecuado de expresar el mundo que la filosofía.

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jueves, 17 de abril de 2008

CRÍTICA A LA METAFÍSICA TRADICIONAL

Nietzsche considera que el error fundamental de toda la metafísica desde Sócrates está en la invención de un mundo racional y la desvalorización de lo opuesto a ese mundo racional, el que se ofrece a los sentidos, el mundo del devenir.
La crítica de Nietzsche a la metafísica occidental se centra en dos aspectos: el relativo a la aparición de la metafísica occidental y el relativo a sus conceptos fundamentales:
1) Conceptos básicos de la metafísica tradicional: la filosofía presenta una idea del mundo totalmente inadecuada: en primer lugar y de modo fundamental por considerar al mundo como un cosmos y no como un caos, por creer en la racionalidad intrínseca de la realidad.
La invención del Mundo Racional trae consigo la invención de los conceptos básicos de toda la metafísica tradicional: entidades “racionales” como esencia, substancia, unidad, alma, Dios, permanencia, ...; estas entidades son puras ficciones, nada nos garantiza su existencia, como no sea el prejuicio y el poder fascinador del ejercicio de la razón.
Dado que el mundo que se muestra a los sentidos no presenta estas características pues éstos nos ofrecen la corporeidad, lo cambiante, la multiplicidad, el nacimiento y la muerte, los filósofos acaban postulando la existencia de dos mundos, el mundo de los sentidos, pura apariencia, irrealidad, y el Mundo Verdadero, el Ser, dado a la razón, y horizonte último de nuestra existencia. Esto es precisamente lo que Nietzsche llama “platonismo”. Una consecuencia de la invención del Mundo Verdadero es la valoración positiva del mundo del espíritu y la valoración negativa de la corporeidad. La filosofía tradicional (filosofía que ha dominado todo el mundo occidental, aunque se haya expresado de un modo distinto en distintos autores) comienza con Platón, quien se inventa un mundo perfecto, ideal, absoluto, al que contrapone el desvalorizado mundo que se ofrece a los sentidos. Platón identifica el Ser con la realidad inmutable, estática, absoluta y relega al mundo de la apariencia lo que se ofrece a los sentidos (lo cambiante, la multiplicidad, lo que nace y muere). La filosofía posterior acepta este esquema mental básico, aunque lo exprese con distintas palabras.
2) El nacimiento de la metafísica occidental: cuando se explica la aparición de la filosofía en el mundo griego es común señalar que la gran aportación de esta época es el descubrimiento de la racionalidad en el mundo. Las cosas se describen como si antes del siglo VI a. C. (fecha de la aparición de la filosofía) la realidad ya fuese racional, circunstancia olvidada por la actitud mítica y, sin embargo, puesta en evidencia por los primeros filósofos griegos. Es común indicar que los primeros filósofos descubren el mundo como una totalidad ordenada, descubren que es un cosmos y no un caos. El punto de vista de nuestro autor es radicalmente contrario a esta interpretación: los griegos inventan la racionalidad y el supuesto carácter ordenado del mundo. Nietzsche considera que en la aparición de la metafísica occidental encontramos dos elementos básicos: uno de índole psicológico, y otro, la fe en el lenguaje
· origen psicológico de la metafísica: la metafísica es un signo de determinadas tendencias antivitales, de tendencias guiadas por un instinto de vida decadente y contrario al espíritu griego anterior. Sólo la falta de instinto, el tono vital disminuido, permitió la exageración del papel de la razón, de la vida consciente, y la aparición de las fantasías metafísicas consecuencia de esta hipertrofia de la razón: el Mundo Verdadero, Eterno, Inmutable propuesto por los primeros filósofos, particularmente a partir de Sócrates y Platón. La raíz moral (inmoral, dirá Nietzsche) que motivó la aparición de la filosofía platónica fue el temor a la mutación, la muerte y la vejez, lo que le condujo a inventarse un mundo en donde no estén presentes dichas categorías. Las categorías metafísicas como substancia, ser, esencia, unidad, son puras invenciones para en ellas encontrar el reposo, la regularidad y calma que realmente no sugiere el único mundo existente, el que se ofrece a los sentidos. La metafísica platónica –y en el fondo, toda la occidental– es un síntoma de resentimiento ante el único mundo existente, miedo al caos;
· influencia de la gramática para Nietzsche el lenguaje da lugar a una visión errónea de la realidad:
· la mayoría de las frases de nuestro lenguaje tienen la estructura sujeto-predicado, estructura que da pie a una interpretación substancialista de la realidad: en el mundo existen cosas, unidades definidas por características que le son propias y que las hacen distintas de las demás;
· en nuestro lenguaje son fundamentales las frases con el verbo ser, verbo que favorece la idea de la existencia de entidades dotadas de rasgos permanentes, de substancias;
· con el lenguaje hablamos de distintas cosas mediante las mismas palabras, lo cual parece suponer que existen semejanzas entre ellas, cuando no identidad. Dado que con el lenguaje atribuimos ser a las cosas, que mediante los conceptos –las “células” básicas del lenguaje– creemos posible referirnos a lo universal, el lenguaje favorece también la creencia en la existencia de esencias, de naturalezas universales (recordemos que para el propio Platón la existencia de términos universales como los nombres comunes, los adjetivos o los sustantivos abstractos lleva necesariamente a creer en la existencia de las naturalezas universales a las que llama Ideas).
Si nuestra gramática fuese distinta, nuestra forma de entender el mundo sería también distinta. Sólo la superación de la creencia en la gramática puede superar también la concepción típica de la metafísica tradicional.

DECADENCIA OCCIDENTAL

Para entender la crítica de Nietzsche a la cultura occidental es preciso fijarse en varios momentos de su historia:

1. Mundo griego hasta el siglo de Pericles (s. V a.C.): ya en su escrito de juventud “El nacimiento de la tragedia”, Nietzsche señala que la época de esplendor del mundo griego era la época anterior a la aparición de la filosofía. La razón por la que Nietzsche hace esta valoración estriba en que cree que en este momento histórico no se ocultan dimensiones fundamentales y trágicas de la vida (lo irracional, el caos, la temporalidad, la enfermedad y la muerte). Las dos grandes construcciones espirituales de la época, el arte trágico y la religión politeísta, junto con la moral de la excelencia y del valor, la moral heroica, no eran contrarias a la vida sino su afirmación, y en el caso del arte y de la religión, su expresión simbólica, expresión que adquiere su máxima densidad en la reivindicación de lo dionisíaco
2. Inicio de la decadencia: Eurípides, Sócrates y Platón. Decimos de algo que es decadente cuando manifiesta una perdida de valor, fuerza o vigor respecto del “tono” vital anterior. Esto es precisamente lo que ocurre con estos autores, pues, según Nietzsche, con ellos comienza la cultura occidental y la decadencia respecto del tono vital anterior; dan lugar al “platonismo”, o creencia en la existencia de un Mundo Verdadero, Objetivo, Bueno, Eterno, Racional, Inmutable, y el desprecio de las categorías de la vida (el cuerpo, la sexualidad, la temporalidad, el cambio, la multiplicidad e individualidad,...). Con ellos comienza la Ciencia y la Metafísica y ellos crean el marco adecuado para la aparición de la Religión y la Moral.

3. Presencia del cristianismo: el cristianismo es totalmente fiel a la filosofía platónica (“platonismo para el pueblo”, dice Nietzsche, filosofía platónica expresada en términos sencillos y accesibles a todo el mundo). Con el cristianismo las ideas que antes estaban presentes en un reducido número de personas, los filósofos, se extienden a todos los hombres. El dualismo ontológico, el dualismo antropológico (una tesis particular en el marco general del dualismo ontológico) pasan a ser de dominio público. El mundo inteligible de Platón pasa a ser lo Infinito o mundo divino, el mundo sensible el mundo terrenal, el alma se opone al cuerpo. Distintas palabras para, en el fondo, las mismas ideas. El cristianismo influirá en la filosofía puesto que, opina Nietzsche, todos los filósofos son en el fondo teólogos. Con el cristianismo comienza también la moral de los esclavos.

4. Edad Moderna: con la Edad Moderna comienza la crisis del “platonismo” y del cristianismo. La propia filosofía prepara la “muerte de Dios”: el empirismo, la Ilustración y, ya en el siglo XIX, el materialismo cada vez más pujante muestran el carácter ilusorio de las creencias anteriores.

5. Actualidad: la Edad Contemporánea acentúa la crisis iniciada en la Modernidad, y Nietzsche encuentra en la “muerte de Dios” el fundamento básico de esta crisis. Estamos en un momento crítico: aquello que había servido de orientación a toda la cultura (pero que era pura invención) desaparece del horizonte y el hombre se encuentra desorientado. Tal vez anticipándose a las grandes catástrofes del siglo XX, Nietzsche anuncia inminentes convulsiones sociales y guerras dramáticas, de una intensidad y capacidad destructiva desconocidas. Pero este momento crítico en el que nos encontramos es, a la vez, necesario para la aparición de una nueva forma de estar en el mundo. Es necesario para la aparición de un hombre nuevo (el superhombre) y de una nueva concepción de la vida (la que descansa en la comprensión de la voluntad de poder como la esencia de la realidad).
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martes, 15 de abril de 2008

Ideas principales

La obra "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral" la publicó Nietzsche en 1873 . En ella expresa su firme decisión de dedicarse plenamente a la filosofía, partiendo de una crítica nihilista de toda la producción filosófica occidental que empieza con Sócrates, Platón y Aristóteles. Comienza con esta fábula: "En algún apartado rincón del universo centelleante; desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que los animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la "Historia Universal"; pero a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer"

Nietzsche quería dar una idea de lo caduco y estéril que es el intelecto o inteligencia humana dentro de la naturaleza. Durante eternidades no existió, y cuando de nuevo se acabe todo, no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión más allá de la vida humana. El ser humano, no es más que eso: humano, pero tiende a engañarse y piensa que todo el mundo gira alrededor de él mismo. Ese orgullo ligado al conocimiento es la causa del engaño acerca de su propia existencia al supervalorar su ciencia o conocimiento mismo. La inteligencia como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas, fingiendo, mintiéndose a sí mismo y a los demás, por esto Nietzsche se sorprende de que haya surgido en los seres humanos el amor a la verdad. Y es aquí donde por primera vez realiza un ejercicio de genealogía y de nihilismo.

El primer impulso hacia la verdad interesada procede de la necesidad. En estado salvaje o de naturaleza y ante la amenaza de los demás, los seres humanos utilizan la inteligencia para fingir; pero esta situación no es soportable indefinidamente. Obligados por la necesidad, deciden sobrevivir en sociedad, y para ello realizan un contrato social que evite la guerra de todos contra todos, (la misma idea de Rousseau). En ese tratado de paz se acuerda y fija lo que a partir de entonces ha de ser verdad: se inventa una designación de las cosas que sea válida y obligatoria para todos, dándole al lenguaje fuerza de ley para decidir qué es verdad y qué es mentira. El mentiroso utiliza incorrectamente las designaciones que son socialmente válidas, dirá por ejemplo "soy pobre" cuando la designación correcta de su estado es la de "rico". Esta mentira no producirá rechazo en la sociedad mientras que no sea interesada y ocasione algún perjuicio.

Las personas no detestan las mentiras, sino sus perjuicios, del mismo modo que no aman la verdad, sino sus consecuencias agradables. Por otro lado, tampoco el lenguaje expresa completamente la realidad. Una palabra es la reproducción en sonidos de un impulso nervioso. El lenguaje sólo puede designar las relaciones de los humanos entre sí y con las cosas por medio de metáforas, metonimias y antropomorfismos. El ser humano se convierte en medida de todas las cosa; cayendo en el error de creer que tiene las cosas delante de manera inmediata, como objetos puros olvidando su origen metafórico. No existe una ley de la naturaleza que no sea proyección de nuestros conceptos y relaciones de espacio, tiempo y número.

Esta obra contiene en germen las afirmaciones más importantes de toda la obra nietzscheana: el nihilismo, la transmutación de los valores, la muerte de Dios, etc. Y pone las bases de una nueva perspectiva: el vitalismo, la voluntad de poder y el superhombre.

lunes, 14 de abril de 2008

Tirando del carrito: Paul Rée, Nietzsche y Lou Andreas-Salome

Soluciones preguntas

1- ¿Con qué adjetivos califica Nietzsche al intelecto humano, al conocimiento? ¿Qué papel juega éste para el ser humano? A lo largo de estos tres párrafos encontramos que el conocimiento humano es calificado como lamentable, sombrío, caduco, inútil, arbitrario, meramente humano, no conduce a nada más allá de la vida humana, falso, engañador, ficticio, superficial. Así pues, es calificado como algo que no cumple la función que se pretende, que no llega a mostrar lo que pretende mostrar ("inútil, falso, engañador, ficticio"). Y algo que, en el conjunto de la realidad, en el conjunto de la vida, es insignificante, pues sólo sirve al ser humano. Cuando éste se acabe, también lo hará el conocimiento sin que nada en el universo sufra la más mínima alteración ("meramente humano, no conduce a nada más allá de la vida humana"). Y, sin embargo, el ser humano se siente orgulloso de ese intelecto hasta el punto de mostrarse soberbio. Esta soberbia, según Nietzsche, es una de las causas de la acción de "poner niebla cegadora sobre los ojos y los sentidos de los hombres". Ni siquiera, pues, podemos confiar en los sentidos, en el conocimiento de lo sensible. La única función real del conocimiento es permitir la supervivencia del ser humano, el animal más débil e indefenso de todos, que ha necesitado inventar tal recurso para imponerse a los otros animales y sobrevivir aunque sea sólo por un tiempo limitado: es un "medio para la conservación del individuo", su única ayuda en la lucha por la existencia.

2- Explica qué afirma Nietzsche sobre el mosquito, el mozo de cuerda y el filósofo. Nietzsche afirma que, si nos ponemos imaginariamente en el lugar de un mosquito (un animal absolutamente insignificante para nosotros), nos daremos cuenta de que, para él, el centro del mundo es él mismo, el mundo se percibe, se entiende, se ordena, desde él mismo. Igualmente, cualquier ser humano, por insignificante que sea el valor que se le reconoce socialmente (un mozo de cuerda pertenece a los estratos más bajos de la sociedad; su actividad no tiene, para la sociedad, nada digno de admiración), necesita sentirse alguien a través del reconocimiento que los otros le muestran en su trato, incluso ser admirado por ellos. Si esto es así con el mozo de cuerda, mucho más con el filósofo, cuyo trabajo se piensa que constituye una de las actividades más elevadas e importantes para la humanidad. Sentirá que es el centro de todas las miradas, que el resto de sus congéneres están pendientes de su actividad y de sus producciones, y que él mismo es imprescindible para el buen funcionamiento de la sociedad. Con estos tres casos Nietzsche nos quiere mostrar que cualquier ser vivo pretende ser lo más importante que existe en el mundo. O lo que es lo mismo, que el valor de los individuos (y de las cosas) es relativo. No hay un punto de vista fijo, obligatorio, desde el que realizar tal valoración. Para cada individuo dicho punto reside en sí mismo. Por lo tanto, no tiene sentido que el ser humano se crea que el mundo gira a su alrededor. El mundo, la realidad, es algo mucho más amplio, y las personas sólo somos un punto insignificante en ese contexto. Y con ello, el conocimiento, eso de lo que el ser humano se siente tan orgulloso y cree esencial para la vida y el mundo en general, no es más que un momento pasajero e insignificante dentro del devenir de la naturaleza. Sin él, y sin el ser humano, todo seguiría igual, nada cambiaría. Por eso califica de patética esa actitud por la que nos creemos algo importante, único; esa actitud de soberbia por la que pensamos que nuestro conocimiento es algo elevado, supremo, imprescindible. Para Nietzsche, el engaño, la adulación, la mentira, el fraude, las habladurías, la hipocresía, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, el teatro ante los demás y ante uno mismo, la vanidad, etc. constituyen la ficción sobre la que se construye el conocimiento. Esto significa que no importa cómo son las cosas en realidad, cómo es el mundo, sino cómo es mejor que parezca que sean, con el único fin de sobrevivir, de conservarse en la existencia.

4- Explica la frase “Están profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños, ... jugar un juego de tanteo sobre el dorso de las cosas.” Nietzsche alude aquí a algo que será central: la imposibilidad de conocer la verdad de las cosas. El resultado del proceso de conocimiento no es sino "ilusión y ensueño", representaciones falsas, por tanto, de la realidad. El ser humano sólo accede a una parte mínima y superficial de esa realidad. Los sentidos, que son las ventanas abiertas a aprehender esa realidad, se "deslizan" sobre lo que pretenden captar sin penetrar, sin calar, en ello. Y además se contentan con ese papel, no aspiran a conocer la verdad, sino que les es suficiente recibir los estímulos y quedarse con lo aparente, "jugar", "tantear", en la superficie, en el "dorso de las cosas".

5- ¿Qué dos perspectivas sobre el conocimiento de uno mismo aparecen en las últimas líneas del §3? Por una parte está el conocimiento de la parte fisiológica del ser humano (las circunvoluciones de los intestinos, el flujo de la corriente sanguínea, las contracciones de sus músculos o fibras), y con ello toda su parte instintiva, lo que su biología le imprime. Por otra, está la "conciencia orgullosa y embaucadora", lo que el ser humano ha construido sobre sí mismo al margen de aquella parte: lo espiritual, la autoconciencia, el yo, el sujeto. Esta parte, nos dice Nietzsche, ha encerrado y recluido a la primera parte, la cual resulta ser la gran desconocida.

6- ¿Qué quiere decir Nietzsche con la metáfora de la llave? El ser humano ha tirado la llave con la que se podía acceder a cierto conocimiento de esa otra parte pulsional e instintiva, no quiere saber nada de ella, aunque ella es la auténtica realidad. Prefiere vivir en la mentira, en el error, y construirse una imagen ficticia de sí mismo, a aceptar esa otra realidad que nos constituye: lo despiadado, lo codicioso, lo insaciable, lo asesino, elementos todos ellos que están en esa nuestra parte pulsional.

7- La metáfora “el ser humano...está pendiente en sueños del lomo de un tigre” es la continuación de la metáfora anterior: la llave que nuestra "conciencia orgullosa y embaucadora" tiró para no saber nada de nuestra parte instintiva. El tigre es, precisamente, el símbolo de esa parte instintiva y pulsional, la pasión desbordante e irracional, a la que no se puede domesticar. Y el ser humano descansa a lomos de ese tigre pero de modo inconsciente, "en sueños". Es esta parte la que constituye la verdadera naturaleza del ser humano, el cual vive en un mundo irreal mirando hacia otro lado. Si se atreviese a mirar hacia abajo, podría descubrir esa su auténtica realidad. Pero esa curiosidad sería, según Nietzsche, funesta, pues habría de reconocer en sí mismo lo peor.

miércoles, 9 de abril de 2008

VIDA DE NIETZSCHE


1844:15 de Octubre Friedrich Willhem Nietzsche nace en la localidad de Rocken. Es el primogénito de los tres hijos de un pastor protestante.

1849: 30 de Julio: muere su padre. Diagnóstico: reblandecimiento cerebral.

1850: poco antes de cumplir los dos años muere su hermano Ludwig. Llega un nuevo pastor para hacerse cargo de la parroquia. Por este motivo la familia -la abuela, dos tías solteras, la madre y los dos niños: Friedrich y Elisabeth- se traslada a Naumburg.

1853: Nietzsche enferma de escarlatina. La familia espera que se convierta en clérigo, como su padre

1856: Escribe su primer tratado filosófico: Sobre el origen del mal. Sus cuadernos aparecen llenos de poemas.

1858: admisión en la escuela de Pforta, un internado elitista.

1862: Ha de ser internado en la enfermería: Cabeza congestionada, con frecuentes dolores en diversos puntos de la cabeza.

1864: Estando todavía en la escuela de Pforta escribe su primer gran trabajo de filología clásica sobre Teognis. Recibe un extraordinario elogio de parte de sus profesores. Comienza sus estudios universitarios de teología y filología clásica en Bonn. Alquila un piano.

1865: Enfrentamiento con la madre: Nietzsche se niega a comulgar. Se marcha de Bonn y se traslada a Leipzig. Descubre la obra de Schopenhauer

1867: Desde octubre de 1867 hasta octubre de 1868 realiza su servicio militar en Naumburg, en el destacamento de artillería de dicha ciudad. Nietzsche aprende equitación

1868: sufre un grave accidente montando a caballo, y se daña el esternón. Padece fuertes dolores. Toma morfina y tiene sueños inducidos por la droga.

1869: a pesar de que Nietzsche no se había doctorado, ni había realizado su habilitación universitaria recibe el ofrecimiento de ser catedrático en la Universidad de Basilea. Obtiene el grado de doctor, sin realizar ningún examen ni defensa pública de su tesis doctoral.

1870: Comienzo de la guerra franco-alemana. Desde el 9 de agosto hasta el 21 de octubre participa en la contienda en calidad de auxiliar de enfermería. Su tarea consiste en recoger cadáveres y soldados heridos del campo de batalla. Mientras transporta a un grupo de heridos, Nietzsche enferma de disentería y difteria

1871: Padece de insomnio. Presenta su candidatura, sin éxito, para obtener una cátedra de filosofía que había quedado vacante en Basilea

1873: Comienza a enfermar con relativa frecuencia. Enferma de la vista y en junio le tiene que dictar a su amigo Gersdorff su obra Sobre verdad y mentira en sentido extramoral.

1875: llega a Basilea su hermana con la intención de convivir con él durante una larga temporada. Se encuentra muy enfermo.

1876: Comienzo de su amistad con Paul Rée. De forma repentina y sin éxito dirige una solicitud de matrimonio a Mathilde Trampedach. Presenta una solicitud para que se le conceda un año de excedencia

1878: desmantela la casa en que habitaba conjuntamente con su hermana. Se traslada solo a las afueras de la ciudad y se somete a sí mismo a juicio: desea acabar con aquel ''enturbiamiento metafísico de todo lo verdadero y sencillo y con la lucha de la razón''. Muy enfermo.

1879: debe interrumpir las clases magistrales a causa de su enfermedad. Se inicia el proceso de excedencia definitiva por parte de la Universidad de Basilea. Comienza la etapa errante de su vida. Gran crisis corporal

1880: reside en Venecia en compañía de Peter Gast. Su estado de salud mejora considerablemente.

1882: Trabaja en La gaya ciencia. Llega Paul Rée y juntos visitan el casino de Mónaco. Rée pierde allí una gran suma de dinero y conoce en Roma a la 'rusa' Lou Salomé y se siente fascinado por ella. Se lo cuenta a Nietzsche y le sugiere un encuentro de los tres. Nietzsche la conoce en Roma y juntos hacen el viaje de regreso. En dos ocasiones Nietzsche le propondrá matrimonio a Lou, y ella rechazará las dos proposiciones. Surge la enemistad entre Lou y la hermana y entre Nietzsche y esta última. En Leipzig compite con Rée, pues ambos pretenden a Lou. La hermana comienza a intrigar. Nietzsche se siente confuso. No sabe qué puede esperar de Lou. Le invade la desesperación

1883: Escribe a finales de enero, como si estuviese en estado de embriaguez, la primera parte de Así habló Zaratustra. Nietzsche se separa por un tiempo de la familia. Muy enfermo, exclamará: ''Ya no sé cómo encontrar ayuda''

1884: Estando aún en Niza, se edita la segunda parte de Zaratustra. Nueva discordia con su hermana

1885: La hermana contrae matrimonio con Bernhard Forster. Está enfermo

1886:Su hermana y Forster se trasladan a Paraguay, con la intención de fundar allí una colonia alemana

1887:Se encuentra nuevamente muy enfermo. Con anterioridad, el 11 de noviembre, había expresado: ''Ahora tengo cuarenta y tres años a mis espaldas y todavía me encuentro igual de solo que en mi infancia''.

1889: A principios de enero se produce el incidente en el que Nietzsche se abraza al cuello de un caballo para protegerlo de los golpes del cochero. Su madre viene y le lleva consigo a Jena, internándolo en el sanatorio psiquiátrico de esa ciudad, en el que permanecerá un año. Su madre se lo lleva a Naumburg, para hacerse cargo de su cuidado. Tras la muerte de la madre ocurrida en 1897, Nietzsche será instalado por su hermana en la villa Silberblick de Weimar.

Nietzsche falleció el 25 de agosto del año 1900

lunes, 7 de abril de 2008

jueves, 3 de abril de 2008

RESUMEN POR CAPÍTULOS

I - De la distinción del conocimiento puro y el empírico
Kant señala, en primer lugar, aquello en lo que coincide con los empiristas: todo conocimiento COMIENZA en la experiencia, SEGÚN EL TIEMPO, ningún conocimiento precede a la experiencia. No existen pues ideas innatas como defendían los racionalistas.
Ahora manifiesta su diferencia con los empiristas que reducían todo el conocimiento a conocimiento sensible: no se origina TODO el conocimiento en la experiencia. El conocimiento es una SÍNTESIS, entre lo que aporta la experiencia, las impresiones, y lo que la razón = “nuestra propia facultad de conocer” aporta. Es preciso ejercitarse en separar ambas cosas.
Define lo que llamará conocimiento A PRIORI= INDEPENDIENTE DE LA EXPERIENCIA, y lo distingue del conocimiento empírico o a posteriori.
Distingue, mediante un ejemplo lo que es un a proiri relativo de lo que es “totalmente a priori”. De ahora en adelante Kant utilizará el término “a priori” para designar aquellos conocimientos que son TOTALMENTE independientes de la experiencia, de cualquier experiencia.
Distingue “a priori” de “PURO”= AQUELLO EN LO QUE NO HAY NADA EMPÍRICO. A continuación pone un ejemplo: el principio de causalidad es a priori, pues es válido independientemente de esta u aquella experiencia, pero no es puro porque el concepto de “cambio” procede de la experiencia. Pese a lo afirmado en este párrafo Kant utiliza la inmensa mayoría de las veces a priori en el mismo sentido que “puro”: en ambos casos se trata de destacar un conocimiento de origen no empírico.

II - Estamos en posesión de ciertos conocimientos a priori y aun el entendimiento común no está nunca sin conocimientos de esa clase.

Kant señala las características de los conocimientos puros o a priori (no empíricos):

a- NECESIDAD (aquello cuyo contrario es imposible. Lo contrario es “contingente”)
b- UNIVERSALIDAD (aquello válido en todo momento y lugar. Lo contrario es “particular”)
No es lo mismo universalidad empírica = “un arbitrario aumento de la validez” (por ejemplo: todos los cuervos son negros) que universalidad estricta o a priori (por ejemplo todos los triángulos tienen tres lados)
Necesidad y universalidad son dos características que se dan juntas y siempre acompañan al conocimiento a priori.

A continuación Kant pretende encontrar EJEMPLOS de juicios puros a priori:
a- todos los de las matemáticas
b- “todo cambio tiene una causa”.Kant critica el análisis que de la causalidad hizo Hume, pues suponía que el principio causal se derivaba de la experiencia y era producto del hábito y de la costumbre.
También existen conceptos a priori:
a- el espacio. Todo cuerpo ocupa un lugar en el espacio, como había señalado Descartes, no se trata de una característica contingente de los cuerpos que sea percibida por los sentidos, sino de un condición necesaria y por tanto a priori
b- el concepto de substancia. Un concepto preciso para poder pensar cualquier objeto y que, sin embargo no es captado o percibido por los sentidos.

III -La filosofía necesita una ciencia que determine la posibilidad, los principios y la extensión de todos los conocimientos a priori

A continuación Kant evalúa la posibilidad de los juicios que van más allá de “todos los límites de la experiencia”.
Destaca que “estos últimos conocimientos”, los que van más allá de los límites de la experiencia, son los que consideramos “mas excelentes y sublimes”. Kant se refiere a la METAFÍSICA, cuyos temas son: DIOS, LA LIBERTAD Y LA INMORTALIDAD. A continuación afirma que la metafísica es un saber DOGMÁTICO, pues no examina la capacidad de la Razón para llevar a cabo con éxito su objetivo.

En lo relativo a la metafísica cabe contraponer “lo natural” en el sentido de lo lógico, lo que debería ser con “lo natural”en el sentido de lo habitual, lo que en realidad ocurre. Lo lógico sería que antes de hacer afirmaciones metafísicas el filósofo hiciera cuidadosas investigaciones y que explicara de qué forma es posible sobrepasar los límites de la experiencia posible. Lo que en verdad ocurre es que nada de esto se hace, se da por supuesta la capacidad de la razón para plantearse y responder a las cuestiones metafísicas.
Además la razón metafísica cree avanzar si no se encuentra con contradicciones evidentes y estas son fáciles de evitar (máxime cuando la experiencia no puede venir a contradecirnos)

El éxito de las matemáticas siempre ha sido un ejemplo para los filósofos racionalistas del poder de la Razón al margen de la experiencia. Lo que pasan por alto los filósofos racionalistas es que los objetos matemáticos pueden exponerse en la intuición, si bien en una intuición pura: el espacio y el tiempo. La geometría trata a sus objetos dentro de un marco espacial y la aritmética dentro de un marco temporal (ver apuntes). En cualquier caso, el principio de que todo conocimiento comienza con la intuición no es vulnerado ni siquiera por las matemáticas. Para explicar la relación entre la experiencia y la razón Platón recurre a una ANALOGÍA: la paloma representa a la razón y el aire a la experiencia. De igual modo que la paloma necesita el aire para levantar el vuelo, la razón precisa de la experiencia para conocer.
Por último, Kant distingue entre los juicios analíticos y “otros de muy distinta índole”. Los primeros no son “mas que aclaraciones o explicaciones de lo que ya estaba pensado en nuestros conceptos”, los segundos nos añaden nuevos conocimientos (añaden un nuevo concepto a otro)

IV - De la distinción de los juicios analíticos y sintéticos
Los JUICIOS ANALÍTICOS son aquellos en los cuales el predicado está contenido en el sujeto. También pueden llamarse juicios de explicación.
Los JUICIOS SINTÉTICOS son aquellos en los que el predicado no está contenido en el sujeto. También son llamados juicios de ampliación puesto que “añaden al concepto del sujeto un predicado que no estaba pensado en él y no hubiera podido sacarse por análisis alguno”.
“Todos los cuerpos son extensos” es un juicio analítico. Solo con examinar el sujeto, el concepto de cuerpo, debo reconocer que el predicado le conviene. “Todos los cuerpos son pesados” es un juicio sintético, nos da una información acerca de una característica de los cuerpos, una información que no sabríamos a partir del análisis del concepto de “cuerpo” (no hay contradicción alguna en imaginarse cuerpos livianos, flotando en el espacio).

Los juicios analíticos son independientes de la experiencia (basta con analizar el sujeto para determinar su verdad). Kant se pregunta qué es lo que hace posible un juicio sintético. Su primera respuesta es clara y obvia: LA EXPERIENCIA. Es la experiencia lo que nos permite enlazar el predicado “ser pesado” con el sujeto “los cuerpos”.
“Todo lo que sucede tiene una causa” es un juicio sintético a priori. Es sintético porque el concepto de “causa” es diferente a “lo que sucede” y es a priori porque es universal, se cumple siempre, y necesario, ¿Cómo es posible?
Kant destaca la importancia de los juicios sintéticos a priori, pues los analíticos son meramente explicativos y no nos conducen a nuevas verdades.


V -En todas las ciencias teóricas de la razón están contenidos juicios sintéticos a priori como principios

Los juicios matemáticos son sintéticos: no se fundamentan solamente en el principio de no contradicción (que lo único que dice es que una cosa no puede ser a la vez verdadera y falsa).Toda proposición necesaria ("apodíctica") cumple con el principio de no contradicción. Los principios de las matemáticas son, además de no-contradictorios, juicios sintéticos, por lo que aumentan nuestro conocimiento como ocurre con los genuinos juicio científicos
Los juicios de la matemática son juicios a priori
Los juicios de la matemática son sintéticos a priori. EJEMPLOS:
“7+5=12” donde el sujeto es “7+5” y el predicado “12” es un juicio sintético. Razones:
El sujeto pide que se realice la suma pero no dice cual ha de ser el resultado.
Con números mayores resulta evidente que el predicado no se saca inmediatamente, debemos operar, realizar la síntesis con la ayuda de la intuición (dedos de las manos, lápiz y papel...)


Lo mismo pasa con la geometría. Ejemplo:”la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos” .El predicado no está comprendido en el sujeto puesto que “recto”es una cualidad y “más corto” es una cantidad. Además es a priori pues es universal y necesaria
Otros juicios de la geometría, como que “el todo es mayor que las partes”, son juicios analíticos, pero no son los principios de esta ciencia. En la matemática hay juicios analíticos y sintéticos, pero los primeros principios son sintéticos a priori y los juicios analíticos no son más que "cadenas del método".
Confundimos juicios necesarios con juicios analíticos, sin percatarnos de que existen los juicios sintéticos a priori que son necesarios, pero no analíticos.

Los principios de la Física también son juicios sintéticos a priori. Por ejemplo: la materia ni se crea, ni se destruye, se transforma. Es sintética pues el predicado “se transforma, no se destruye” no está en el sujeto “la materia” y es a priori porque es universal y necesario

La metafísica también PRETENDE tener este tipos de juicios. Esa es su INTENCIÓN o FIN. Otra cosa que habrá que determinar es si tales juicios son posibles, si representan un aumento del conocimiento humano, (la respuesta kantiana a estos interrogantes será negativa) Estos juicios serían tales como: “El mundo tiene un comienzo” o “el alma es inmortal”